Este mañana, frente al Ministerio de Salud y Ambiente de la Provincia un grupo de operadores de salud mental y dueños de hogares que trabajan en distintos programas del organismo, realizaron una manifestación exigiendo mejoras salariales.
En diálogo con Infomedia24, una operadora de salud mental, Virgina Rumin, de Río Gallegos denunció las condiciones de precariedad laboral en las que se encuentran quienes trabajan en hogares convivenciales. Exigen un aumento del valor hora, mejores condiciones para los hogares y visibilidad para una tarea que, según afirman, es esencial pero desatendida.
“Soy operadora de salud mental y estamos reclamando un aumento de la hora de trabajo”, afirmó una trabajadora en diálogo con Infomedia24.
Según otra trabajadora, el valor actual de la hora es de apenas $1.700. “No nos alcanza para nada. Muchos de nosotros tenemos que trabajar más de 12 horas para que nos alcance, para poder pagar un alquiler. Y esa parte nadie lo está viendo”, subrayó.

En Río Gallegos, más de 20 hogares convivenciales reciben personas con padecimientos mentales derivados desde el sistema público de salud. Pero tanto, las operadoras como las dueñas de estos espacios denunciaron bajos salarios, responsabilidades múltiples y escasos recursos para la tarea.
Además, explicó que en muchos casos terminan cumpliendo funciones que deberían estar a cargo de otros profesionales. “Aparte de eso, tenemos que hacer de psicólogo y otro tipo de cosas con ellos que nadie nos colabora con eso. Somos las dueñas de hogar y los acompañantes”, enfatizó.
Pero no solo el trabajo individual está precarizado: también los hogares están en crisis. “Somos más de 20 hogares en Río Gallegos, los cuales estamos percibiendo por parte del Ministerio de Salud $280.000 por el trabajo. Y con esos $280.000 pesos tenemos que asistir a los usuarios 24 horas”, denunció por su parte, Teresa González, representante de Hogares Unidos.
“Nosotros tenemos que hacer diferentes tareas: llevarlo al médico si están enfermos, si van al colegio también tenemos que llevarlos, si hacen actividades fuera del hogar también. El paciente entra en crisis y nosotros lo tenemos que llevar a la guardia del hospital y pasar horas hasta que lo atiendan”, relató. “Solemos estar hasta 4 o 5 horas sentados ahí con el paciente. Para la hora que nos atienden ya se le pasó la crisis”.
Desde los hogares aseguraron que están dispuestas a seguir luchando por condiciones dignas, tanto para quienes trabajan como para quienes son asistidos.