Según precisó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en una conferencia de prensa ofrecida este martes 13 de mayo, la primera etapa del plan se implementará de manera inmediata, mediante un decreto que será publicado entre jueves y viernes. En esta fase, los aranceles para importar celulares bajarán del 16 al 8%. La segunda etapa, prevista para el 15 de enero de 2026, llevará esa carga impositiva a cero.
Además, el Gobierno reducirá los impuestos internos sobre otros productos electrónicos: en el caso de los importados, la tasa bajará del 19% al 9,5%, mientras que los fabricados en Tierra del Fuego pasarán de tributar un 9% a estar completamente exentos.
“Un celular con 5G de alta gama en Argentina cuesta el doble que en Brasil o en Estados Unidos. Es tan ridículo que había gente que pagaba un avión y un hotel para comprar un celular afuera. Y aún así salía más barato”, explicó Adorni, que también es candidato a legislador en la Ciudad de Buenos Aires.
El objetivo oficial, sostuvo, es reducir los precios, combatir el contrabando y el robo de celulares, y “equiparar los costos locales con los de los países vecinos”.

Fuerte rechazo en Tierra del Fuego
La respuesta desde la provincia más austral del país no tardó en llegar. El gobernador Gustavo Melella expresó su rechazo a la medida, advirtiendo que responde directamente a “las exigencias del Fondo Monetario Internacional” y que pone en jaque a una industria clave para la región.
“La determinación del Gobierno Nacional representa un golpe muy duro para la industria de Tierra del Fuego”, declaró Melella en diálogo con el diario Clarín. “Lo veníamos advirtiendo. Esta medida responde al acuerdo con el FMI, en el que se exigía eliminar los supuestos beneficios otorgados a nuestra provincia”.
Actualmente, Tierra del Fuego alberga más de 20 plantas industriales electrónicas, que emplean de forma directa a unas 8.500 personas, lo que representa el 15% del empleo provincial. Allí se fabrican 9 de cada 10 celulares, televisores y aires acondicionados que se venden en el país, mediante el régimen de “industria terminal”, un modelo que ensambla componentes importados dentro del territorio nacional.
“La industria fueguina es empleo, es soberanía, y representa un desarrollo tecnológico de alta calidad que no existe en ninguna otra parte del país. Como siempre, el pueblo fueguino, junto a sus trabajadores y el Gobierno provincial, va a salir adelante”, enfatizó el gobernador.
Melella también denunció que la medida es un “embate” del gobierno nacional, y afirmó que la provincia resistirá la ofensiva: “Vamos a redoblar los esfuerzos en defensa de nuestra industria”.
La UOM lanza un paro total en las fábricas de Ushuaia
El rechazo no solo se expresó desde el ámbito político. Este miércoles 14 de mayo, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) anunció un paro total en todas las plantas electrónicas de Ushuaia a partir del mediodía, como respuesta directa al anuncio del Gobierno. El gremio comunicó que el personal en actividad fue notificado para retirarse de las fábricas a las 12 horas, en el inicio de un plan de lucha que podría extenderse si no hay cambios en la medida oficial.
Desde la seccional fueguina advirtieron que la decisión presidencial pone en peligro miles de puestos de trabajo y representa “un ataque directo al entramado productivo local, construido durante décadas”. Según adelantaron, en los próximos días podría haber nuevas acciones gremiales en defensa de la industria fueguina.
Aunque la iniciativa promete beneficiar al consumidor final con precios más competitivos, la eliminación de aranceles también implica una reestructuración del mapa industrial nacional, que pone en jaque los incentivos fiscales diferenciales de Tierra del Fuego vigentes desde hace décadas.
Desde el oficialismo, insisten en que la desregulación permitirá combatir el contrabando, reducir robos y modernizar el acceso tecnológico. “Ya pasó con los autos y neumáticos. Esto va en la misma dirección”, señaló Adorni.