Se formalizó este viernes el ingreso del macá tobiano Rocky a la Estación de Piscicultura de la Isla Pavón, en Piedra Buena, donde pasará el invierno bajo cuidado especializado, como parte de un ambicioso programa de conservación. El proyecto, que lleva más de una década, involucra a científicos, técnicos, autoridades locales y vecinos que trabajan para evitar la extinción de esta especie icónica de la Patagonia.
Rocky fue rescatado tras ser atacado por un quetro, un ave nativa de la región, conocida por su comportamiento territorial.
Para ello, la Intendente Municipal, Sra. Analía Farías, junto al Secretario de Gobierno, Sr. Fabián Magnien, recibieron a representantes del “Proyecto Macá Tobiano”, una iniciativa del Programa Patagonia coordinada por la Fundación Aves Argentinas. Entre los representantes se encontraban Maxi Minuet (Técnico de campo), la veterinaria Gabriela Gabarai, y Lucas Hormachea (Encargado de la Estación Biológica y Técnico de campo).
Este sería un primer paso hacia la creación de un espacio destinado al cuidado y recuperación de estos animales.
En diálogo con la prensa, la veterinaria Gabriela Gabarai, referente del Proyecto Macá Tobiano de Aves Argentinas y becaria doctoral del CONICET, explicó: “Lo trajimos a la Estación de Piscicultura para que pueda pasar el invierno, ya que no iba a poder migrar por sus propios medios. La idea es que, en primavera, podamos llevarlo nuevamente a las lagunas para que se reproduzca”.
El rescate fue posible gracias al compromiso de diversos actores, desde especialistas hasta el personal técnico y la comunidad local. En los últimos días, el equipo también había liberado tres pichones criados en cautiverio, generando una ola de apoyo desde municipios y localidades cercanas.
“Esta es una especie emblemática de Santa Cruz. Por eso se unieron esfuerzos y surgió la posibilidad de traer los pichones a la piscicultura para que puedan salir adelante entre todos”, agregó.


Un proyecto que enorgullece a toda la comunidad
La intendenta local, presente durante la presentación del proyecto, celebró el compromiso de su comunidad con la causa ambiental: “Es una especie que representa a toda la provincia de Santa Cruz y que está en peligro de extinción. Ser parte de este proceso es sumamente significativo y valioso para nosotros como localidad”.
La jefa comunal recordó que los ejemplares liberados recientemente forman parte de un proceso de investigación y conservación de más de 10 años, y destacó el rol que puede tener este trabajo en el futuro turístico de la región:
“Esto también puede transformarse en un atractivo turístico, para que la gente conozca a esta especie, sus cuidados, su desarrollo. La estación ya tiene el protocolo y el personal capacitado para atender este proceso”.

Cuidado 24/7 y protocolos especializados
El cuidado del macá tobiano requiere una logística intensiva. Así lo explicó Lucas Hormachea, licenciado en Ciencias Ambientales y parte del equipo técnico responsable del proyecto:
“Cuando llegó Rocky fue cada media hora, las 24 horas del día, dándole de comer. Usamos títeres que simulan la cabeza del adulto para que nunca vean a las personas como sus cuidadores, evitando la impronta humana”.
Hormachea relató que el equipo se turnó noche tras noche para garantizar la alimentación y el monitoreo constante del ave. Hoy, con más independencia, Rocky puede nadar en las piletas y adaptarse al nuevo entorno para enfrentar el invierno.
También se realizó una capacitación al personal de la estación para garantizar que puedan identificar comportamientos, necesidades y aplicar los protocolos de cuidado ya establecidos.
“Vamos a quedarnos todo el día para monitorearlo y seguir intercambiando con el equipo local. Ver cómo se comporta Rocky y asegurarnos de que todo siga bien”, agregó.
“Es emocionante verlo nadar y saber todo lo que hubo detrás. Invitamos a todos a visitarlo y conocer este proyecto que nos enorgullece”, cerraron desde el equipo técnico.